Estás sentada en mitad del barullo de la hora de comer. Niños que van y vienen con platos, cáscaras de plátano por los aires, olor a pan abeshá. De pronto, una mano (pequeña), se desliza entre las tuyas. Te giras y lo ves ahí, sentado, a tu lado, y te preguntas cómo se ha infiltrado entre todo el jaleo. Reconoces la capucha, los pantalones, los agujereados zapatos. La misma ropa de ayer. La misma de mañana.
No le ves la cara, escondida, pero ya sabes lo que te va a decir. Sabes que eres la primera en enterarte, porque él siempre te cuenta todo.
- _ ¿Todo bien?
- _ Mi madre se ha muerto
Besas la capucha, aprietas la mano (pequeña, tan pequeña).
- _ Lo siento, S.
- _ ¿Me puedes acompañar a casa esta tarde? Tengo miedo
- _ Sí, cariño, no te preocupes
Así de sencillo, así de simple.
Voilá. Ya tienes otro hijo.
Hola, me gustaría contactar contigo via email, estoy planeando un viaje a etiopia para realizar un trabajo sobre infancia y discapacidad y me vendría genial un poco de asesosamiento de campo. Te dejo mi correo electrónico por si pudieras ponerte en contacto conmigo, Gracias.
lourdesdevicente@hotmail.com
Perdón, la dirección de mi mail la escribí mal la correcta es: lourdesdevicente@gmail.com
Hola Kaktus,
Eres una persona muy generosa: por lo que haces y por compartilo con nosotros. Muchas gracias por tu blog. Te sigo con mucho interes.
Es increible que con tan pocas palabras se pueda expresar TANTO.
Hola Kaktus, hace meses que te sigo en el blog. Siempre quiero responder a tus comentarios
pero me quedo sin palabras despues de leer lo que escribes.
Sigue contando tus vivencias, te lo agradezco mucho.
P.D. soy la futura mamá de un niño etiope y me estas enseñando mucho del pais de mi hijo.