CELEBRITIES
Sé que este blog está adquiriendo periodicidad de eclipse solar, y no crean ustedes que no me preocupa… es sólo que tengo cosas más importantes que hacer. Por ejemplo, la semana pasada, tenía que ir a ver a Zapatero. Como algunos de ustedes ya sabrán, Zapatero ha estado en Addis. Si este fuera un blog serio, a continuación les pondría un elenco de links analizando la visita presidencial y me quedaría tan ancha. Como este es un blog modesto y sin muchos medios, pues nos fiaremos de que otros blogs ya lo hayan hecho, y lo dejaremos correr. Y si quieren, allí está Google, hombre ya.
Como los españoles residentes aquí somos más bien pocos, pues la Embajada nos invita a todos los saraos. Tengo que decir que los saraos de la Embajada Española en Addis presentan un curioso nivel de contraste: por un lado, los que trabajan en oficinas, vestidos como la Carrera Diplomática y los Másters en Cooperación al Desarrollo mandan; y por otro los pringadillos como yo, que se nos ve el cateterío a la legua, porque sólo tenemos unas deportivas para trabajar y las de vestir. Yo, personalmente, fui con mis botas de leprosa . Por supuesto, me las puse para ir a un sitio donde nadie habría dicho que eran de leprosa.
En la recepción hicieron esa cosa tan española que es empezar con la barra libre antes incluso de los canapés. Como Zapa llegó con dos horas de retraso, para cuando vino ya estábamos todos como esperando a la novia, que sólo nos faltaba tirar arroz. Yo, personalmente, lo veía todo divertidísimo. Hasta chispillas en los ojos, le veía yo. Quedé decepcionada, eso sí, porque yo pensaba que El Hombre se movía siempre con Sonsoles y los Bardem, y así esperaba yo que Sonsoles nos cantara la Flauta Mágica. Pero no. Vino con Moratinos. Y nadie cantó. Y los Bardem tampoco estaban.
De lo que dijo Zapatero, comprenderán ustedes que con cuatro vinos en el cuerpo, pues mucho no me acuerdo. Sí me acuerdo que dijo eso de “el dinero de la Cooperación no se toca”, que es algo que repiten literalmente todos los que vienen. Yo lo vengo oyendo desde que estuvo la Pajín, a principios de siglo. Para la próxima recepción, me hago una camiseta con la frase. O un politono.
Y por si esto fuera poco, adivinen a quién me he encontrado hoy en una tienda de electricidad (sigo inmersa en el bricolaje). A Haile. Gebreselassie. Be eunet (de verdad). Allí estaba el señor, comprándose una lámpara. Iba vestido con un chándal, que creo que es lo que lleva siempre, excepto cuando participó en el sorteo del Mundial y se clavó el chalequillo dorado abeshá. Y lo mejor no ha sido verle a él. Lo mejor ha sido descubrir que Haile Gebreselassie también tiene entourage, que yo pensaba que era una cosa reservada a los actores. Con este otro Hombre estaban dos señores con sendos fulares en el cuello, trajeados de los pies a la cabeza, que hablaban sin parar por el móvil, indicando la posición y acciones de Haile. Amazing. Con el chófer nos hemos emocionado tanto que hasta le hemos pedido un autógrafo. Lo que yo digo, que se me ve el cateterío a la legua.