Sí, nena, que este también es un blog con aspiraciones. Porque ustedes, a tenor de lo que leen en esta página, deben de pensar que servidora vive en el limbo, que no se entera de nada. Y mayormente es así. Pero no siempre.
Las elecciones fueron el pasado domingo. La jornada, de lo poco que se sabe (o que sé yo), transcurrió con normalidad. Durante las dos últimas semanas, el partido oficial (de cuyas siglas nunca consigo acordarme) llenó la ciudad de carteles con abejitas, que es el símbolo del partido. Que yo al principio pensaba que era que vendían miel, pero luego ya empezó a mosquearme que se vendiera miel en cada rotonda de Addis Abeba, y decidí pararme a leer uno, y me dí cuenta de que no era que vendieran miel ni que hubieran rociado insecticida contra los mosquitos de la malaria. Los cartelillos con los que nos han empapelado pedían el voto para el partido del amigo Meles. Parece la ciudad el feudo de Ruiz Mateos, con tanta abeja y tanta colmena. O la Facultad de Farmacia de Pamplona.
Además del partido de mister Zenawi, están los demás, la oposición que, a lo que parece, son un ciento, bastante pequeños, y mal avenidos. Y que el amigo Meles, que controla todos los medios de comunicación del país, pues no les deja mucho espacio en ningún sitio para promocionarse, y eso te limita. Claro.
El caso es que, tras algunos incidentes en los campus universitarios de Arat y Setdist Kilo hace un par de semanas, las elecciones transcurrieron el domingo con normalidad. Y así, para celebrarlo, el martes el partido oficial organizó un acto de apoyo a sí mismo en Meskel Square, que, según lo visto en televisión, se convirtió en una fiesta de la victoria. Vamos, que tenemos Meles Zenawi pa’ rato, porque a estos no los quitas ni con agua caliente.
Y ahora a esperar los resultados que, me da a mí en la nariz que los darán coincidiendo con la próxima fiesta que conmemora la caída del Derg (la junta de gobierno comunista que gobernó después de Haile Selassie) y, hala, más victoria todavía.
Y es que el amigo Meles, dicho así entre nosotros, siempre gana. Y si no, que venga alguien a discutírselo. Yo, desde luego, no pienso, a ver si me van a cerrar el garito, y me tengo que poner a buscar un trabajo asalariado.
P.D: La Embajada nos ha invitado a la recepción/fiesta de apoyo a la selección de fútbol, dentro de una cosa que se llama Desafío Cruzcampo y que no tengo ni idea de lo que es, porque todas las páginas webs que he intentado consultar para averiguarlo son de fútbol y están llenas de animaciones imposibles de abrir. En cualquier caso, adivina quién no va a ir…
P.D 2: Me he enterado de que, al final, el dinero de la Cooperación sí se toca. Y yo que ya me estaba haciendo la camiseta con la frasecilla…
Y tanto que se toca…de camisetas y politonos vamos a tener que pasar a pancartas y pasquines.
Pero esa parte del trabajo sucio nos toca a los de aquí… o debería.
Bicos.
Ya ves, nena, tanto festín futbolero, tanto abejorro politiquero todo bañado con una buena y bien fría cervecita CRUZcampo, en estos tiempos espumosos. Vivir para ver, y lo que nos queda. Muchos besos y ánimo.
Pues sí. Se toca todo menos la ingente cantidad de administraciones públicas que tenemos aquí. Duplicadas, triplicadas, cuadruplicadas. Lo que haga falta con tal de que cada tribu tenga su hecho diferencial.
Suerte campeona.