FoQ YOU
De verdad, quería escribir hoy sobre la Santa Infancia. Pero es que este post que ustedes están a punto de leer lo llevo en el alma hace mucho, carcomiéndome las entrañas. De lo que verdaderamente quiero hablar hoy es de series españolas. Concretamente sector adolescente. Y ya, si ustedes quieren, pueden dejar de leer.
Porque aquí donde ustedes me leen, yo me pasé el mes de verano bendiciendo a la Neox, que me reponía Física o Química a la hora de mi siesta, serie que jamás vi cuando vivía en España, y a la que me enganché en agosto. Me fascinan los adolescentes de ahora mismo, momento actual. Me encantan sus contradicciones: de cintura para abajo van híper escuetos con sus pitillos, y de cintura para arriba se ponen una capa detrás de otra, coronadas por palestinos, cinta para el pelo, pendiente y ferralla varia, y parecen un árbol de navidad que se va viniendo a menos conforme se acerca a la raíz. Menos Paulita, que con los dos piercings, como dice Míster K., parece una jabalina (lo que viene siendo una jabata o hembra de jabalí, pero dicho mal, que nos hace más gracia).
Luego son gente maja. Cuando duermen. En el colegio ése son unos cabrones de mucho cuidao. El mote más original que tiene la serie es el que le han puesto a la Yoli, a la que todos cariñosamente llaman “zorra poligonera”. Sin rencores. Me vi la primera temporada, ésa en la que Cova casi se queda preñá por accidente. Que quién es Cova. La lista de la clase. Luego me han dicho que Paulita es la tonta que va y se queda preñá, pero de verdad. De Gorka. Y luego dirán que los porros dan problemas de esterilidad. El niño se fuma tres canutos por episodio. Allí estás tú, en tu sofá, repantingada, en el séptimo cielo y Gorkita en tu televisor, echándose un petardo detrás de otro y diciendo una chorrada cada vez más grande que la anterior. Adoro la vida en el primer mundo. Tiene esos momentos “karma” donde todo encaja.
Por si FoQ no fuera bastante (me encanta el nombre, me pasé el verano gritando por casa what the FoQ?!!! a voz en cuello), una amiga me ha grabado…. tachán, tachán… El Internado, esa serie en la que a todos los personajes les falta oxígeno y por eso tienen los labios morados. No me quejo, porque los labios hacen juego con la expresividad de sus caras. La mitad del casting muestra un abanico de emociones comparable al de una piedra de río. Eso sí, no tienen ni un grano, y allí le ganan la partida a FoQ, que sólo tiene un buenón (Cabano), mientras que en EI, pues tienen dos. Y dos es mejor que uno. Sobre todo si hablamos de pseudoporno adolescente.
Además, los de EI llevan menos flequillo, uno de los grandes excesos de FoQ.
Me estoy haciendo tan fan, tan fan, que estoy por cambiar el uniforme de la guardería de la Santa Infancia y ponerles los mismos colores que los de El Internado. Pero con la falda como dos metros más larga, que el hecho de que sean pobres no quiere decir que no tengan dignidad, como nos recuerda Elenita Furiase capítulo sí, capítulo también.
Y sí, yo también creo que Evelyn está muerta, y que sólo la ve Paulita, que está un pelín perjudicá.