Hace ya unos años traté de hacer un juego con los pequeños de la Santa Infancia. La dinámica era bastante sencilla: uno se ponía en el medio del corro, imitaba a un animal, y los demás lo tenían que adivinar. Como mi Santa Infancia a veces es un poco cortita de entendederas, pues empecé yo poniéndome en el centro, para dar ejemplo. Con mi mejor voluntad, me puse a cuatro patas y empecé:
_ ¡Muuu!, ¡muuu!– mientras pensaba “tener estudios pa’ esto”
Por si la humillación no fuera ya bastante, la Santa Infancia no conseguía adivinar el animal que yo estaba representando, y me miraban con cara de “ya está. El día ha llegado. Se ha vuelto loca”. Después de cinco minutos mugiendo desesperadamente, me levanté y les comuniqué que el animal que yo intentaba representar era la vaca. Una simple vaca, coño.
_ Aaahhh… es que lo estabas haciendo mal– me repusieron
_ ¿…?– nunca se me había ocurrido que se pudiera errar en el imitar a una vaca
_ Las vacas hacen embuá, embuá– y todos se pusieron a hacer embuá.
Tras haber experimentado en mis propias carnes este episodio de desencuentro cultural, como soy una persona curiosa me documenté sobre el particular. Así, en el libro de ciencias de Primero de Primaria encontré que:
. el gallo no hace kikirikí, que hace kukulukú
. el burro no hace ia, ia, sino hi, hi, hi
. la oveja ni hace be, sino ba
. los pollos no hacen pío. Hacen pí. Y basta.
Y luego habrá quien hable de globalización. Si ni siquiera las bestezuelas se ponen de acuerdo…
Mar 14
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Gracias Kaktus, nos ayuda a relativizar algunas de las dificultades que a nivel intercultural tenemos en estos lares…
Es que te salió tu punto de española-taurina. Son los toros los que hacen ¡Muuuu!. Las vacas hacen…bueno creo que lo mismo. Un abrazo J. L.
Ya pase por algo parecido aqui USA con la respectiva verguenza…
Aqui los gallos hacen cock-a’doodle-doo, las vacas moo-moo,los burros hee-haw, la oveja baa-baa, los caballos neigh-neigh y los pollos cheep-cheep!!
Gracias por traducir a los animales al amarico!! 😉
Pero lo realmente importante es que si juntamos a un toro etiope con una vaca, pongámos de Ávila, seguro que se entienden.
Gracias, gracias, gracias por compartir.
Recuerdo cuando, en el colegio, nos sorprendimos de saber que en inglés el perro no decía «guau, guau», sino «wof, wof». Así, cuando llegué al Japón, no me extrañó descubrir que:
– El perro hace «wan, wan»
– El gato hace «nyaa, nyaa»
– La vaca hace «moo, moo»
– El cerdo hace «buu, buu»
– El ratón (?) hace «chuu, chuu»
Este juego no es tan fácil de jugar en ambientes internacionales, ¿eh? Pero vamos, los japoneses también piensan que cuando la fruta no está madura es azul (en vez de verde), los semáforos están en azul o rojo y la luna es amarilla.
No tan lejos de casa, los gallos hacen cocoricó y las oficinas de objetos perdidos son oficinas de objetos encontrados; lo cual también tiene su lógica.
Pregunta por el ruido que hacen las cosas, suele ser también muy gracioso.