Las últimas semanas están siendo complicaditas. Adentrarse en el mundo de la adopción te avoca a cienes de interrogantes morales. Leo en Internet que muchas familias comparten esos interrogantes, que a la mayoría les han surgido después de la adopción. No lo sabían. Yo sí lo sé, por lo que todas las decisiones que tome (espero) serán con conocimiento de causa. Hasta ahora, algunas cosas que sé:
1. Si a una señora que te viene diciendo que quiere abandonar a su hijo, te ofreces a pagarle simplemente el alquiler de su casa (estamos hablando de unos veinte euros al mes), no abandonará a su hijo. Que lo quiera o no, es otro cantar. Muchos niños, en el target en el que yo trabajo, son fruto de la violencia. Téngase siempre en cuenta que ninguna de estas señoras ha elegido ser madre.
2. Hablando con gente que trabaja en orfanatos privados, les pregunté por qué las madres abandonan a sus hijos. Me respondieron “muchas veces tienen enfermedades terminales, como cáncer o Sida”. El Sida, también en Etiopía, seguido adecuadamente, entra más en la tipología de enfermedades crónicas, como la artritis. Nadie le diría a una señora con artritis que abandonara a su hijo, y muchas de las artritis son más incapacitantes que el Sida. Me quedó claro que cada vez que uno de estos trabajadores sociales se cruza con una señora seropositiva, le recomienda que abandone a sus hijos, porque no podrá criarlos. Si yo hiciera lo mismo, tendría un bus lleno de niños.
3. En los años que llevo trabajando con mi Santa Infancia, ha habido dos casos en los que me planteé recomendar la adopción. Uno era el caso de la señora F. que, con cuatro hijos, se estaba muriendo con el hígado en proceso de cirrosis debido a la Hepatitis. No probé a dar los niños en adopción porque no estaba segura de que el sistema garantizara que los cuatro siguieran juntos, y son hermanos muy unidos. En una decisión que en su momento me pareció irresponsable, decidí esperar y rezar a ver qué pasaba. Dos años después, la señora sigue viva y en estado de relativa buena salud. Depende absolutamente de nuestro centro para su supervivencia y la de sus hijos, pero siguen todos juntos. Si hubiéramos dado a los niños en adopción, estoy segura de que la señora F. se hubiera muerto.
Cuando M. se quedó embarazada tenía 16 años y a nadie en el mundo. Por supuesto, no quería ser madre. Incluso cuando fuimos a parir, el principal problema fue que ella no quería parir, porque no quería tener un hijo. A gritos, la hicimos parir. Desde ese momento, la apoyamos en todo lo que necesitó. A día de hoy, quiere muchísimo a su niña, que ahora tiene dos años, y que es lo mejor que nos ha pasado jamás. Ni la madre ni la hija son autosuficientes, y si les retiráramos la ayuda que les damos, acabarían inmediatamente en un prostíbulo. Dada la fragilidad de la madre, tampoco estoy tan segura de que, si aparece un eventual nuevo “marido”, no mande la niña a tomar por saco. Pero de momento forman una familia modélica. En su día, no le comenté la posibilidad de dar la niña en adopción porque seguramente lo hubiera hecho, y yo me habría quedado con una adolescente desestabilizada después de un parto que seguramente me habría reprochado de por vida que la hubiera convencido para dar a su hija a otras personas.
4. En Etiopía, si tú sueltas, digamos, 4,000 euros, salvo que sea para construirte una casa, puedes estar seguro de que una parte de ese dinero irá a parar donde no debiera. No es normal que tanta gente del sector adopciones tenga coche. Tener coche en Etiopía es súper, súper caro. Por mucho proyecto de desarrollo que gestionen, con su formación, su sueldo no debería permitirles comprarse un coche, salvo que trabajen para Naciones Unidas. He visto gente del sector que viaja con coches que cuestan, con los impuestos, 150,000 euros.
5. Una madre que esté dispuesta a vender a su hijo, por la cantidad o la circunstancia que sea –no sólo las que aceptan dinero a cambio de abandonarlos, sino también las que deciden mandar a sus niñas de nueve años a limpiar a casas de otras personas en la ciudad- seguramente no está preparada para ser madre, y seguramente su hijo/a estará mejor en otra familia que lo/la quiera.
6. Los operadores oficiales del sector se llenan la boca diciendo que están promocionando las adopciones locales (entendidas como adopciones solicitadas por familias etíopes). Vale. El problema es que la adopción, entendida como incorporar a tu familia un niño/a al querrás igual que a tus hijos biológicos y que será, a todos los niveles, tu hijo/a, no existe en la cultura etíope. Y nadie está haciendo nada para incorporar esa idea a la mentalidad general. Básicamente, lo que subyace, es que no quieren dar niños etíopes a familias frenjis. Porque no. No les interesa garantizar a cada niño una familia en la que crecer sino, simplemente, frenar las adopciones de niños etíopes en familias frenjis. Hay quien disimula y hay quien te lo suelta directamente a la cara. Normalmente, los que no se esconden son las personas a cargo de los distintos pasos del servicio. No consigo entender como las adopciones pueden depender de personas que no creen en la adopción. Es como si pusieras de patriarca ortodoxo a un musulmán.
7. Ni una sola de las personas que he encontrado en estas semanas y que trabajan en los distintos pasos del proceso de adopción parecen tener ni la más mínima idea de lo que supone adoptar para una familia. Para ellos es un proceso burocrático y tú eres, simplemente, una persona con prisa. Da igual que les repitas una y otra vez que el problema no es esperar, el problema es entender qué estás esperando. Para ellos tú eres un colonizador que ha venido a robar un niño. No entienden que las informaciones contradictorias te confunden. No entienden que, en lo más importante que harás en tu vida, consideras vital recopilar toda la información que puedas. No entienden que la incertidumbre te hace sufrir. No entienden que haces listas inútiles con lo que has conseguido averiguar, y que rezas para que, entre todos, no te coloquen en una posición en la que tengas que decidir entre ser madre o dormir tranquila el resto de días de tu vida.
Chapeau con tu exposición.
Te deseo toda la suerte del mundo: Funcionarios eficientes, burócratas empáticos, procesos seguros y rápidos, que tengas paciencia pero que seas firme… y un hij@ o hij@s al final de esta primera parte del camino que realmente necesite una familia.
Te agradezco enormemente esta exposición, Kaktus.
Desde este lado del mundo y con mi hijo en casa desde hace 6 años, todavía tengo un montón de dudas que, en parte, me has aclarado.
Mucha suerte, chica!
Espero que el panorama se aclare. Está en la naturaleza humana complicarlo todo y así nos va. Pocos procesos deberían ser más sencillos y transparentes como este. Pero el sentido común es un bien escaso, allí, aquí y en cualquier parte.
Mucha suerte, Kaktus.
Muy interesante.
Cómo siempre, brillante.
Ser madre adoptiva es lo mejor y lo peor que he hecho en mi vida.Como tantos, llegué a la adopción pensando que «se buscaban familias para níños abandonados». Me he beneficiado de las desigualdades, de la pobreza exterma de otros y con ello ha conseguido ser madre. Por otro lado, mi hijo, con sus dificultades, posiblemente hubiese tenido una vida más dura de la que encima ya le tocaba, así que me alegro de que esté a mi lado. Lo mejor; tenerlo a mi lado y ver como progresa. Lo peor; haber colaborado sin saberlo con el negocio de la adopción; haber pagado una rueda de esos cochazos.
[…] en alguna ocasión que ninguna entrada del blog Tarike tiene desperdicio. Quiero compartir la última, que habla de algo sobre lo que hemos intentado reflexionar a menudo en este blog. Yo soy una de […]
Te sigo y te admiro. A veces me haces reír por tus forma de expresarte, esa ironía, me encanta.
Para mi desgracia, he tenido demasiado contacto con la adopción en Etiopia y no lo digo por mis dos hijos Etíopes que estoy encantada y sin ningún daño moral en el frente.
Comparto todos los puntos que expones y respecto a las adopciones lo que mas me duele es que cuando llegue yo a etiopia en el 2007 y ahora sigue habiendo el mismo número de huérfanos y eso me hace plantearme que no ha valido de nada, o al menos no para el fin con lo que nace la idea de la adopción.
No me vale pensar que aquí están mejor que allí los que allí tienen a su madre, daría para un largo debate.
Y jamás entenderé la parte de las personas que trabajan en este negocio, estén así de forrados y no me refiero a un coche que ya en si es un lujo en etiopia.
Siempre veré lo que ha ocurrido en etiopia respecto a este tema un trafico encubierto por ambos gobierno, mirando a otro lado ambos dos.
Siento que muchos padres adoptivos siguen sufriendo por cosas que ellos no provocaron.
Y flipo al día de hoy que haya padres que miren hacia otro lado con lo concerniente a este temita, porque un día esos niños necesitaran explicaciones.
Hoy uno de mis hijos va a cumplir 17 años tenemos una relación extraordinaria, y el mismo me dice que si su madre hubiera estado viva no hubiera querido dejarla por nada del mundo a lo que yo le contesto, si tu madre hubiera estado viva nunca te hubiera adoptado y sigue pensando que no entiende el porque cuando se adopta en vez de traer a esos hijos los padres adoptantes no ayudan a esa madre para que no tenga que entregarlo.
Bueno perdona el rollo y te deseo mucha suerte y que sigas con ese humor.
un beso muy grande
Hace bastante tiempo que hemos intuido tu decisión por tus post y nos alegramos mucho por ti, no va a ser facil pero es increiblemente bello, cuando hace casi 9 años lo abracé por primera vez no conocía su historia, no sabía que su madre y su hermano gemelo habían fallecido en su parto y de como lo llevaron al orfanato… tuve la suerte de conocerla gracias a unos papeles …. desde ese día su historia es mi historia y no entiendo mi mundo sin él… estoy seguro de que sentirás lo mismo… te deseamos lo mejor con él ó ella…. felicidades
Desafortunadamente, se muy bien de lo que hablas por experiencia propia.
Ahora ya me quedan claros tus posts pasados… Creo que el hecho de conocer la situación, y el que vivas allí, te ayudará a participar en un proceso más limpio de adopción. Al menos partes con esa «ventaja» respecto a los que adoptan desde España.
Has tocado muchos aspectos en tu exposición. Todos ciertos, todos me duelen como madre de una hija etíope. Añado uno más, el de la herida primaria, esa que acarrean a la espalda por haberles separado de sus raíces biológicas. Yo creía que sabía mucho sobre adopción hasta que he visto sufrir a mi hija preguntándose desesperada un montón de por qué?. La adopción me ha dado lo que más quiero, un milagro para mi vida. Sin embargo, cada vez me plantea más dudas.
Como todo lo que escribes, esta muy bien expresado.
Nosotros tenemos dos niños etiopes y ese tipo de preguntas nos asaltaron durante todo el proceso.
Visto en perspectiva (la primera adopcion fue hace 5 años) hacer todas las preguntas posibles resuelve la mayoria de las dudas y para el resto de tus dilemas esperas que dentro de 5-10-15 años tu hijo acabe teniendo la misma impresión que tú: que la adopción, en su caso, estaba justificada y era el mal menor.
La pena es que los etiopes que estan en el proceso no se preocupen también de esas «criadas» de pueblo que atienden como esclavas las casas pudientes de Addis o de muchos paises de Oriente Medio.
Suerte!
Hola,
he estado leyendo tu blog por pura casualidad. Es interesante lo que escribes especialmente que a veces con lo que pudiera parecer poco (o mucho, es que es tan relativo!) pueden cambiar las cosas. Yo no estoy en proceso de adopcion pero me interesa mucho el tema, me gustaría poder hacer algo y que me pudieras contactar a mi correo electrónico.
Un abrazo.
Es un tema al que hay que incarle el diente. Por un lado está lo que tú describes, después, bastantes veces se dan las circunstancias que los informes de los niños y su familia no coinciden con la realidad; un derecho fundamental que tienen que tener ambas partes. Por este lado, el incremento de las familias que rechazan al hijo adoptado pasado un tiempo…, todo una locura. Que nos tiene que hacer reflexionar y pensar que la adopción tal y como planteada no es el camino. Un beso.
La adopción es un proceso muy duro desde el momento en que tomas la decisión, emprendes un camino de absurda burocracia y de absoluta incertidumbre. La espera de un hijo al que ya quieres sin ni siquiera conocerlo se hace dolorosa y eterna. Te cuestionas por que las madres abandonan a sus hijos y a la vez deseas que el tuyo este en algún sitio y si puede ser con buena salud. Pero cuando llega el día en que puedes abrazarlo y luego poco a poco vas viendo como crece a tu lado y lo que significas para el, todo tiene sentido. Eso si, las dudas no terminan. Entonces te planteas como podrás ayudarle a curar la herida del abandono y simplemente hacerle feliz. Ir a buscar a nuestro hijo al otro lado del mundo es sin duda, lo mas duro y a la vez lo mas maravilloso que nos ha pasado. Te deseo lo mejor en este fascinante viaje y enhorabuena por tu valentía.
Un abrazo
Joder, no creo haber leido una cosa tan maravillosa y original nunca antes, gracias
por tomarte el tiempo de escribirlo
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