_ Kaktus, me quiero cambiar el nombre
_ No
_ Mi madre ya me ha dado permiso
_ Yo no te doy permiso
_ Pero si el nombre te va a encantar –arqueo la ceja, porque no es que me fascinen los nombres nuevos que se buscan, y lo saben
_ De ahora en adelante, me llamaré Ana Paula.
Toma ya.
Y así vengo a saber que lo que ahora está de moda en Etiopía son las telenovelas. Bueno, esto no es novedad, ya expliqué en su día que la Ethiopian Television hace unas telenovelas de mearte de la risa. El cambio –creo- es que se han quedado sin pasta para producción local y han decidido comprar en el extranjero, concretamente en Televisa Land (México Lindo). Y así ahora el prime time etíope lo copan dos novelas mexicanas (convenientemente dobladas al inglés): Cuidado con el Ángel y La que no podía amar.
Mi Santa Infancia se ha dado al fenómeno fan con devoción ejemplar y, aunque yo paso siete pueblos de las novelas (y de la tele etíope en general), ellos, que se preocupan por mi integración en la sociedad que me rodea, me mantienen al tanto de las cuitas de Ana Paula y Marichui (les juro que El Ángel se llama Marichui).
De lo que he podido entender, Marichui está enamorada del doctor Juan Miguel (Hakim Huan Miguel para mi Santa Infancia), un chico decididamente demasiado joven para ser doctor de ningún tipo. Marichui fue violada de chiquitilla, y no puede amar. Ah, no, esa es Ana Paula. Marichui creo que era niña de la calle hasta que la descubrió el Hakim Huan Miguel. O algo así.
Con el tiempo, la Santa Infancia –que no es tonta- se ha coscado de mi falta de interés tanto en la vida de Ana Paula como de Marichui. Hasta que un día me pillaron con una canción de Jesse y Joy en el ordenador, que, aparentemente, es la canción de cierre de la telenovela de Marichui (ye Marichui sefen, para los avanzados en amárico). Y han decidido que mi sarcasmo encierra una pasión oculta. Y aquí me tienen, que todos los días me llegan con el relato completo del episodio.
Creo que al final Marichui sí se queda con el Hakim. Lo que no sé es cómo, porque el Hakim está casado con una que se murió pero que no está muerta.
El mundo cada vez es más chiquitico, mi reina
Estas no las sigo. cachis, tendré que ponerme al día.
Pues mi hija mayor etiope esta con las princesas, hadas, angeles y demas estilo Disney… me tiene, bueh.
Hace un par de meses se queria cambiar su nombre etiope por Melody, despues paso a Jasmine, ahora quiere llamarse Merida…
No le gusta nada cuando le digo que no, que conservara su nombre etiope primero, de segundo el que le hemos puesto nosotros y por tercero y cuarto los apellidos de su madre biologica y el de nuestra familia… al menos hasta que cumpla los 18!
Menos mal que aqui no vemos novelas mexicanas (o argentinas) que sino terminaria siendo como la Lupita Nyong’o .
Hola Kaktus! Somos una pareja de oscenses que te leemos desde hace tiempo pero nunca nos habíamos atrevido a contestar, pero con esta entrada no podemos resistirnos más!!! Un pequeño saharaui forma parte de nuestra familia desde hace ya 6 años, ha pasado 5 veranos con nosotros gracias al programa de acogida «vacaciones en paz». Todos los años cuando los pequeños llegan, a finales de junio, bajamos a recogerlos a Zaragoza y pasamos el día con ellos hasta que por la tarde se hace la entrega a las familias acogedoras. Pues bien, el junio de hace dos años, todos los pequeños que vinieron se pasaron el día contando las canciones de Marichui y Juan Miguel! y jugando a que eran ellos, hasta nos pidieron que cuando tuviéramos hijos les pusiéramos ese nombre, jeje…cuando hemos leído esta entrada nos hemos reído mucho, ya vemos que Marichui y Juan Miguel nos sólo triunfan entre la Santa Infancia de los campos de refugiados saharauis, sino también entre la Santa Infancia etíope!! jeje, qué bueno! Le preguntaremos a nuestro peque que telenovela arrasa en el sáhara, para que vayas preparando el terreno!
Ah! Nosotros también estamos en un proceso de adopción en Etiopía, para hermanos, nuestro expediente lleva ya 2 años en el país, que más el año anterior de trámites en España, más los dos años anteriores que nos hicieron esperar desde que nos casamos (requisito que en servicios sociales nos dijeron que era imprescindible y luego resultó no ser cierto, uff…), hace un total de 5 años de espera. 5 años soñándolos, 5 años pensando en ellos en cada instante del día!
Un abrazo muy fuerte de tus paisanos!! Te deseamos que muy pronto estés junto a tu pequeña.