Pasada la Pascua, y a la espera de Pentecostés, la Iglesia Ortodoxa etíope está que se sale. Hace tres días, la Santa Infancia me informó de que estaban vendiendo un CD titulado “Ye Seitan Mahaber” (La Asociación de Satán) por el módico precio de 25 birr. Obviamente lo compramos y, en la grata compañía de cinco de mis chicos grandes, nos dispusimos a verlo en casa. 40 minutos de alta comedia. De mearte.
El CD estaba presentado por un diácono ortodoxo, vestido de blanco, quien nos explicaba que en los albores de la Iglesia Católica (en serio, precisaba que era la IC), un monje hizo un pacto con el Diablo, quien le dio fuerzas para escribir la Biblia de Satán. Lo escenificaban con escenas de El Nombre de la Rosa. Según este diácono, la Biblia de Satán ha tenido una gran difusión en el mundo y, recientemente, un desalmado la ha traducido al amárico, y se está difundiendo también en Etiopía. Además, el DVD te explica que la Asociación de Satán la forman todo tipo de personalidades a las que el Diablo les ha dado fama y dinero a cambio de adorarlo. El elenco de los miembros de tan selecto club es de lo más granado: Justin Bieber, Jay Z, Beyonce, Miley Cyrus y, cómo no, Rihanna. Rihanna, según el DVD, es la que está peor porque se hizo una foto tipo reverencia en medio de un triángulo. Con esa foto, el DVD te explica cómo los huesos de los musculados hombros de Rihanna componen las orejas del carnero diabólico. Realmente creo que es el efecto que buscaba Rihanna con la foto. Lo de hacer el triángulo con las manos, o los cuernos, es para esta gente un símbolo inequívoco de pertenencia a la Asociación de Satán.
El DVD termina con una tertulia entre el presentador, otro diácono etíope y, -tachán, tachán- un diácono frenji que habla un amárico más que aceptable, y que va vestido con sotana negra. El diácono dice llamarse Rowan Williams, y asegura que antes de fraile fue rastafari y DJ, que es lo peor que se puede ser en la vida. A mí, después de buscar en Interné, me da que el nombre es totalmente fake (así se llamaba el patriarca anterior de la iglesia anglicana, mucha coincidencia). Y que me pone bastante de los nervios el hecho de que, si lo dice un frenji, será verdad por fuerza.
El hermano Rowan, actualmente diácono Tesfamikael, explica que las canciones religiosas (mesmur) vienen de Dios, y que toda la música que no es Mesmur (que se llama Zefen) es diabólica y viene del diablo. Dice que él lo sabe bien porque, hasta que vio la luz, era DJ. Después de una detallada explicación sobre las bondades de escuchar música no religiosa (vas derecho al Infierno), los tres diáconos se ponen a cantar una canción sobre la Virgen, pareciéndose mucho, mucho a los teletubis. Y luego se acaba el DVD.
El Mahaber o asociación cultural, para el que no lo sepa, son asociaciones formadas normalmente por mujeres, que se reúnen periódicamente, beben café juntas, y rezan y hablan de sus cosas. Yo me imaginaba a Rihanna y Beyoncé sentadas en mini bancos de madera, haciendo café, junto a Jay Z y Justin Beaber, y se me escapaba la risa.
Además, el DVD te dice que Michael Jackson también formaba parte del Mahaber, pero que luego se quiso salir, y que por eso lo mataron. Te ponen hasta una parte del video de Thriller para demostrarlo.
Lo peor de lo peor es que mi Santa Infancia, que a veces es más tonta de lo que parece, anda loca borrándose las canciones de Rihanna del móvil para evitar el consabido destino infernal. Eso sí, los vaqueros de pitillo (ye Beyonce surri, los llaman, los pantalones de Beyonce), que no se los quite nadie. Hasta que salga otro DVD de la iglesia ortodoxa, supongo. Yo ya les he dicho que si en el Infierno me puedo encontrar a Rihanna, a Beyonce, a Justin, a Jay Z, a Miley y a Michael todos juntos tostando café, allí que me voy de cabeza. A hacerme un selfie y colgármelo en el Face. Y, luego, ya si eso, when the sun shine we’ll shine together.
25 birr es una pasta. Predicadores los hay en todas partes
Qué genialidad lo del frenji DJ. Sólo sería podría ser más aterrador si además hubiera sido community manager.
La verdad es que me he echado unas risas. Me apunto al café.
Un saludo.