Hace poco tuve que ir a Addis Abeba para unas gestiones. Como era poca cosa, fui y volví en el día en autobús. A la vuelta, después de un día que había empezado a las cuatro de la mañana, estaba yo un poquitín cansada, deseando llegar a casa. Así, me metí en el primer minibús de 16 puestos que encontré y esperé a que lo llenaran con, al menos 30 personas.
Una vez abarrotado el vehículo, partimos. Cuando salimos de la única autopista que hay en Etiopía, nos paró la policía, más o menos a mitad de camino entre Addis y Zway. Creo que los conductores (conductor y chaval asistente) pagaron soborno para que la policía no se diera cuenta de que sobraban como diez personas en el interior de la furgoneta. Luego, para dar una apariencia de servicio, nos dijeron al pasaje “recordad que el precio justo son 55 birr”, y nos dejaron ir.
Al poco, el asistente empezó a pedirnos el precio del billete. Según él, 60 birr. Toma ya. La gente empezó a rebotarse, y el conductor paró el bus, y dijo que hasta que no pagáramos los 60 birr por barba, de allí no nos movíamos. La gente siguió roñando y, al final, como todos queríamos irnos, empezaron a decir que vale, que total 5 birr no son nada.
A mí, en aquel momento se me juntó todo: llevaba dos horas plegada en tres, estoy hasta los webs de los “vale, total para qué”. Al final siempre se paga, en todas partes. Y es un abuso. Un abuso de 5 birr, pero un abuso. Mientras el chófer repetía “o 60 birr o no nos movemos”, salté:
_ Hay otra opción – me oí decir- visto que vosotros sois dos, y nosotros somos 20 tíos y tres tías, hay otra opción.
Expectación y silencio.
_ Podemos daros una hondonada de hostias entre todos, dejaros aquí tirados, llevarnos el minibús hasta Zway (tengo carnet de conducir) y ya vendréis a buscarlo cuando podáis/queráis. Y entonces, en vez de 60 birr, pagaríamos cero birr. Todo for free.
_ ¿Y si denuncian? – me preguntó una chica que estaba a mi lado
_ Que denuncien si tienen lo que hay que tener…y los papeles en regla para conducir el minibús.
Silencio sepulcral en el minibús. El chófer y el asistente se miraban con intensidad.
_ Vale, 55 birr
_ Pues a pagar todos, que se nos va a hacer de noche.
Y así llegamos contentos y felices a Zway. Todos me dieron las gracias, menos el conductor y el asistente. Yo sólo ofrecí opciones. No es mi culpa que aquí las opciones estén muy mal vistas.
Bueno Kaktus me tienes trastornada y regocijada a partes iguales con este relato, mas que flipados se debieron quedar los demás viajeros y que decir de los autobuseros-abusadores… desde fuera parece que la gente allí está un tanto anestesiada ante este tipo de conductas, asi que me alegra infinitamente que alguien les haga saber que no son seres indefensos y que en nuestras manos está casi siempre hacer algo… Y sobre todo lo que mas me gusta es que nos lo cuentes, TORERA 😉
Siempre has sido un mujer de mundo que sabe buscar buenas soluciones. Necesito saberlo, cómo se dice hondonadas de hostias en amárico? Bss cari
Jajajajaja Eres tremenda!!! Me encanta!!!
Un placer leerte de nuevo
Donde andas? Se te echa de menos.