• Home
  • tariKe.org
Blue Orange Green Pink Purple

Archive for the ‘General’ Category

You can use the search form below to go through the content and find a specific post or page:

May 27

EL DIABLO Y ASOCIADOS

Pasada la Pascua, y a la espera de Pentecostés, la Iglesia Ortodoxa etíope está que se sale. Hace tres días, la Santa Infancia me informó de que estaban vendiendo un CD titulado “Ye Seitan Mahaber” (La Asociación de Satán) por el módico precio de 25 birr. Obviamente lo compramos y, en la grata compañía de cinco de mis chicos grandes, nos dispusimos a verlo en casa. 40 minutos de alta comedia. De mearte.

El CD estaba presentado por un diácono ortodoxo, vestido de blanco, quien nos explicaba que en los albores de la Iglesia Católica (en serio, precisaba que era la IC), un monje hizo un pacto con el Diablo, quien le dio fuerzas para escribir la Biblia de Satán. Lo escenificaban con escenas de El Nombre de la Rosa. Según este diácono, la Biblia de Satán ha tenido una gran difusión en el mundo y, recientemente, un desalmado la ha traducido al amárico, y se está difundiendo también en Etiopía. Además, el DVD te explica que la Asociación de Satán la forman todo tipo de personalidades a las que el Diablo les ha dado fama y dinero a cambio de adorarlo. El elenco de los miembros de tan selecto club es de lo más granado: Justin Bieber, Jay Z, Beyonce, Miley Cyrus y, cómo no, Rihanna. Rihanna, según el DVD, es la que está peor porque se hizo una foto tipo reverencia en medio de un triángulo. Con esa foto, el DVD te explica cómo los huesos de los musculados hombros de Rihanna componen las orejas del carnero diabólico. Realmente creo que es el efecto que buscaba Rihanna con la foto. Lo de hacer el triángulo con las manos, o los cuernos, es para esta gente un símbolo inequívoco de pertenencia a la Asociación de Satán.

El DVD termina con una tertulia entre el presentador, otro diácono etíope y, -tachán, tachán- un diácono frenji que habla un amárico más que aceptable, y que va vestido con sotana negra. El diácono dice llamarse Rowan Williams, y asegura que antes de fraile fue rastafari y DJ, que es lo peor que se puede ser en la vida. A mí, después de buscar en Interné, me da que el nombre es totalmente fake (así se llamaba el patriarca anterior de la iglesia anglicana, mucha coincidencia). Y que me pone bastante de los nervios el hecho de que, si lo dice un frenji, será verdad por fuerza.

El hermano Rowan, actualmente diácono Tesfamikael, explica que las canciones religiosas (mesmur) vienen de Dios, y que toda la música que no es Mesmur (que se llama Zefen) es diabólica y viene del diablo. Dice que él lo sabe bien porque, hasta que vio la luz, era DJ. Después de una detallada explicación sobre las bondades de escuchar música no religiosa (vas derecho al Infierno), los tres diáconos se ponen a cantar una canción sobre la Virgen, pareciéndose mucho, mucho a los teletubis. Y luego se acaba el DVD.

El Mahaber o asociación cultural, para el que no lo sepa, son asociaciones formadas normalmente por mujeres, que se reúnen periódicamente, beben café juntas, y rezan y hablan de sus cosas. Yo me imaginaba a Rihanna y Beyoncé sentadas en mini bancos de madera, haciendo café, junto a Jay Z y Justin Beaber, y se me escapaba la risa.

Además, el DVD te dice que Michael Jackson también formaba parte del Mahaber, pero que luego se quiso salir, y que por eso lo mataron. Te ponen hasta una parte del video de Thriller para demostrarlo.

Lo peor de lo peor es que mi Santa Infancia, que a veces es más tonta de lo que parece, anda loca borrándose las canciones de Rihanna del móvil para evitar el consabido destino infernal. Eso sí, los vaqueros de pitillo (ye Beyonce surri, los llaman, los pantalones de Beyonce), que no se los quite nadie. Hasta que salga otro DVD de la iglesia ortodoxa, supongo. Yo ya les he dicho que si en el Infierno me puedo encontrar a Rihanna, a Beyonce, a Justin, a Jay Z, a Miley y a Michael todos juntos tostando café, allí que me voy de cabeza. A hacerme un selfie y colgármelo en el Face. Y, luego, ya si eso, when the sun shine we’ll shine together.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Dic 18

¿POLÍTICAMENTE INCORRECTO?

Voy a decir algo que va a levantar ampollas. Es algo que me ronda por la cabeza hace ya algunos años. Me reconcome las entrañas y no sé cómo sacarlo fuera, porque es algo que la opinión popular no va a compartir ni a aceptar.

Bueno, ahí va: no me gusta Arturo Pérez Reverte.

Ya. Lo he dicho.

Diré en mi descargo que no es una opinión dada así, a la ligera. Yo de jovencita era fan del señor Pérez Reverte desde que en una Feria del Libro, un librero me recomendara un libro que en aquel entonces todavía nadie conocía. Era La Tabla de Flandes. Honestamente, vi La Luz. De ahí me lancé y me leí todo lo que había publicado el señor Pérez Reverte hasta el momento.

Años más tarde decidí estudiar periodismo. Y, de nuevo, el señor Pérez Reverte era todo lo que todos queríamos ser. Y esta fiebre-fan me duró hasta que me leí el Pintor de Batallas, que me pareció la enésima elaboración del héroe que defiende Pérez Reverte a capa y espada (y nunca mejor dicho): ese tío duro con un pasado terrible, irresistible para las niñas de veinte años de los que, cari, ya no quedan. Casi. Por suerte.

He seguido a trompicones sus columnas (en el sentido de que no he conseguido tener acceso a ellas con regularidad) y, desde hace ya algunos años, incluso cuando alguien me las manda en Facebook o me las encuentro en la Red, paso de ellas. Me enfadan.

Me cansa la retórica del adolescente enrabietado que siempre tiene razón. Del que se piensa que, como grita más, le oirán mejor. La demagogia del puñetazo en la mesa, del creerse tan progre que puede hasta decir palabrotas. Ya nadie piensa que ser progre es decir palabrotas. Ahora, lo verdaderamente revolucionario es saber usar la segunda persona plural del imperativo (batid, mezclad, agitad, Arguiñano, por favor, que no das una). Y sí, un taco dicho en el momento y la situación oportuna, vale más que mil palabras. Pero cuando perlas tu columna de un rosario de imprecaciones a mí la sensación que me da es de que te interesa que la gente se quede con la forma, y no con el fondo. Qué guay, dice “hijo de puta”. Por cierto, no puede haber tantos hijos de puta en el mundo. Es materialmente imposible. Por cierto, también me cansa el rencor perpetuo, la victimización y el “os lo voy a explicar claro clarinete, porque os veo cortitos de entendederas”. El dividir el mundo entre hijos de puta traidores; capullos ignorantes; y héroes cotidianos, por supuesto, desconocidos para el mundo hasta que tú los acercas a la Luz. El tirar de tópicos sin descanso, los buenos y los malos, el negro y el blanco, no vaya a ser que el lector se pierda. Los personajes que son siempre el mismo personaje. No diré que el personaje es Pérez Reverte porque, a pesar de lo que diga la opinión popular, yo creo que Pérez Reverte no es ni tan duro, ni tan noble, ni tan honesto como lo son sus personajes. Nadie puede serlo. Ni siquiera un personaje de un libro. Y por eso me chirrían.

Volviendo a sus columnas, no necesito que me indiquen quiénes son los hijos de puta. Ya los veo venir yo solita. No necesito que nadie me diga por qué tengo que estar siempre enfadada. No me gusta estar enfadada. Indignada, sí, pero no enfadada. Asustada, desconcertada,  decidida a seguir adelante, determinada y comprometida con el cambio (de nuestra sociedad, de nuestra cultura y de mi religión), sí. Como gran parte de ese país que es España. Pero no enfadada. Yo, mejor que gritar, mejor que insultar, cambio mi pequeño mundo, mis pequeñas historias. Y busco esa justicia heroica que defiende Pérez Reverte en cada pequeña cosa que hago. A veces lo consigo, y a veces pienso que alguien llegará y me meterá en el saco de los capullos ignorantes. Seguramente por capulla ignorante. Puede ser. Extraño que whatsapp no tenga el emoticono de capulla ignorante, pero sí el de gamba rebozada. Ideaza: Pérez Reverte debería diseñar sus propios emoticonos de Whatsapp (el villano, el héroe curtido en mil batallas, el mercenario con corazón, el periodista de la vieja escuela, de los que ya no quedan…). Se forraría.

Tan doctrinarios me parecen ciertos sectores de la carcundia nacional como la ira vengadora del señor Pérez Reverte. Me gusta que me hagan pensar, no que me digan lo que tengo que pensar y con la intensidad fanática con la que tengo que pensar.

Me encantó la Reina del Sur, y, como no soy tan inamovible en mis opiniones como Pérez Reverte, seguramente me leeré su nuevo libro sobre grafiteros. Porque, de verdad, sólo por volver a encontrar otra Tabla de Flandes, me leería del tirón sus obras completas. Incluidas las columnas.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Nov 26

LA NENA Y EL SEVEÑÁ

La semana pasada, la Nena llegó a casa. Como no podía ser menos, mi Nena es una komche. Una komche pura. Me di cuenta ya en el orfanato. Era un sitio pequeñito, de nivel muy local (dicho finamente), pero donde las señoras querían mucho a los niños y los cuidaban lo mejor que sabían. Entre todas las cuidadoras, la persona favorita de mi nena era el seveñá, que era un komche completo al que no le faltaba un perejil: su pantaloneta verde, su camisetilla, su gabi de emergencia permanentemente al cuello y sus cangrejeras verde fosforito. Las cuidadoras, encantadoras, en cuanto la Nena mostró el más mínimo signo de reconocerme, ya dijeron “mira, cómo quiere a su madre”. Pero no. Mi Nena al que quería, era al seveñá. Se le iluminaba la cara cuando lo veía. Tengo que decir que el amor era correspondido: entre la treintena de niños que habitaban en el orfanato, cuando la Nena lloraba, el seveñá, desde su caseta en el jardín, le preguntaba con seguridad “Nena, ¿qué te pasa?”, y llegaba corriendo a salvarla.

Como buena Komche, a la Nena le encanta la música en amárico. No Teddy Afro ni Zeritu, no. A la Nena la gustan el organillo y las canciones de ritmo machacón y repetitivo que duran veinte minutos. Me tiene muerta. Lo que más susto me da, es que de vez en cuando empieza a mover los hombros. Le pongo Pocoyó en la tele y, después de cinco minutos, pierde la atención. Le pongo los vídeos musicales horrendos de la Ethiopian Television y se le cae hasta la babilla de la emoción. Cuantas más cortinillas y cromas rarunos (de vacas, de cascadas…), mejor.

Hasta que no llegó a mi hogar, la Nena comía las cuatro cositas que le daban en el orfanato, a saber: papilla de cereales, leche, arroz y pasta. Esta era su dieta base. Aparte, de vez en cuando, le daban injera con berberé. Como resultado de este cúmulo de desaciertos, la Nena escupe el plátano, pero se come todo lo que lleve ajo. Y, de momento, no usa jamás la cuchara. Tengo que darle siempre la comida en la boca con mi mano. Qué mona. Qué africana. Qué étnica. Qué coñazo. Prueben ustedes a dar un yogur con la mano. La cuestión se reduce a que tu vástaga te chupe los diez centilitros de yogur que no se resbalan de tus dedos.

Eso sí, la Nena me duerme genial. El doctor Estivil me daría un diez. La dejo solita y en diez segundos, cae como fulminada por un rayo. Es lo que tiene el llorar durante horas sin que nadie te digne una mirada (porque están atendiendo a las otras dos docenas de niños), que luego te duermes y punto.

Y que yo le he comprado una vaca de peluche que se la tengo en la cuna, junto con su mantita verde Komche. La vaca Marisol. Para que no eche tanto de menos su Gondar natal.

Ya le tengo las medidas para encargar su vestidito Komche. El Día de las Culturas, lo vamos a petar.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Oct 27

T.O.C, T.O.C

Como el proceso de adopción no me está haciendo sufrir bastante, he decidido también dejar de fumar. Pa’ mis nervios.

El sábado, después de hablar con el abogado, recuerdo que pensé “voy a limpiar los fuegos, que ayer se quedaron un poquitín guarros”. Y -lo juro- ya no me acuerdo de nada más. Volví en mí tres horas y cuatro discos de Alanis en mi MP3 más tarde. Cuando se acabaron las pilas de la música y, de repente, me dí cuenta de que el grupo de gente que vive conmigo comentaba cosas a mis espaldas desde la puerta de la cocina:

_ ¿Desde cuándo está así?

_ ¿Dónde ha puesto la puerta del horno?

_ Pues sí que ha ido bien con el abogado, ¿no?

_ No, en serio, ¿cómo ha hecho para desmontar la puerta del horno?

_ Aquí, huele raro…a ver si ha mezclado lejía con otras cosas y nos vamos a desplomar todos muertos…

Aparentemente, en algún momento entre limpiar los azulejos y desatascar el fregadero, desmonté la puerta del horno a piezas y la puse a remojo con una mezcla casera de varios quitagrasas en la bañera de plástico que será de mi futura vástaga. Por lo tanto, la puerta del horno estaba en mi baño. Si la cocina olía raro, el baño ni te cuento. Sólo me faltó poner gasolina.

Despacito, la Chica Encantadora que tenemos en casa se acercó a mí (en el fondo, es la más valiente): “ya pasó, Kaktus, tranquila. Puedes soltar el estropajo. Everything is going to be ok”.

Cuando, finalmente, me resigné a pasar la última fregona, después de haber puesto la cocinilla, la puerta del horno y el frigorífico en sus respectivos lugares de origen, me invadió un sentimiento de pérdida. Yo, de esas tres horas de mi vida, sólo recuerdo Felicidad.

Como la niña me salga difícil, me lanzo a limpiar la fosa séptica.

P.D: Para los que se preocupan por mi salud mental: en el caso de Mónica Geller, estas cosas eran SÚPER graciosas.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Jun 14

IDEAS…¿SIN RUMBO?

Las últimas semanas están siendo complicaditas. Adentrarse en el mundo de la adopción te avoca a cienes de interrogantes morales. Leo en Internet que muchas familias comparten esos interrogantes, que a la mayoría les han surgido después de la adopción. No lo sabían. Yo sí lo sé, por lo que todas las decisiones que tome (espero) serán con conocimiento de causa. Hasta ahora, algunas cosas que sé:

1. Si a una señora que te viene diciendo que quiere abandonar a su hijo, te ofreces a pagarle simplemente el alquiler de su casa (estamos hablando de unos veinte euros al mes), no abandonará a su hijo. Que lo quiera o no, es otro cantar. Muchos niños, en el target en el que yo trabajo, son fruto de la violencia. Téngase siempre en cuenta que ninguna de estas señoras ha elegido ser madre.

2. Hablando con gente que trabaja en orfanatos privados, les pregunté por qué las madres abandonan a sus hijos. Me respondieron “muchas veces tienen enfermedades terminales, como cáncer o Sida”. El Sida, también en Etiopía, seguido adecuadamente, entra más en la tipología de enfermedades crónicas, como la artritis. Nadie le diría a una señora con artritis que abandonara a su hijo, y muchas de las artritis son más incapacitantes que el Sida. Me quedó claro que cada vez que uno de estos trabajadores sociales se cruza con una señora seropositiva, le recomienda que abandone a sus hijos, porque no podrá criarlos. Si yo hiciera lo mismo, tendría un bus lleno de niños.

3. En los años que llevo trabajando con mi Santa Infancia, ha habido dos casos en los que me planteé recomendar la adopción. Uno era el caso de la señora F. que, con cuatro hijos, se estaba muriendo con el hígado en proceso de cirrosis debido a la Hepatitis. No probé a dar los niños en adopción porque no estaba segura de que el sistema garantizara que los cuatro siguieran juntos, y son hermanos muy unidos. En una decisión que en su momento me pareció irresponsable, decidí esperar y rezar a ver qué pasaba. Dos años después, la señora sigue viva y en estado de relativa buena salud. Depende absolutamente de nuestro centro para su supervivencia y la de sus hijos, pero siguen todos juntos. Si hubiéramos dado a los niños en adopción, estoy segura de que la señora F. se hubiera muerto.

Cuando M. se quedó embarazada tenía 16 años y a nadie en el mundo. Por supuesto, no quería ser madre. Incluso cuando fuimos a parir, el principal problema fue que ella no quería parir, porque no quería tener un hijo. A gritos, la hicimos parir. Desde ese momento, la apoyamos en todo lo que necesitó. A día de hoy, quiere muchísimo a su niña, que ahora tiene dos años, y que es lo mejor que nos ha pasado jamás. Ni la madre ni la hija son autosuficientes, y si les retiráramos la ayuda que les damos, acabarían inmediatamente en un prostíbulo. Dada la fragilidad de la madre, tampoco estoy tan segura de que, si aparece un eventual nuevo “marido”, no mande la niña a tomar por saco. Pero de momento forman una familia modélica. En su día, no le comenté la posibilidad de dar la niña en adopción porque seguramente lo hubiera hecho, y yo me habría quedado con una adolescente desestabilizada después de un parto que seguramente me habría reprochado de por vida que la hubiera convencido para dar a su hija a otras personas.

4. En Etiopía, si tú sueltas, digamos, 4,000 euros, salvo que sea para construirte una casa, puedes estar seguro de que una parte de ese dinero irá a parar donde no debiera. No es normal que tanta gente del sector adopciones tenga coche. Tener coche en Etiopía es súper, súper caro. Por mucho proyecto de desarrollo que gestionen, con su formación, su sueldo no debería permitirles comprarse un coche, salvo que trabajen para Naciones Unidas. He visto gente del sector que viaja con coches que cuestan, con los impuestos, 150,000 euros.

5. Una madre que esté dispuesta a vender a su hijo, por la cantidad o la circunstancia que sea –no sólo las que aceptan dinero a cambio de abandonarlos, sino también las que deciden mandar a sus niñas de nueve años a limpiar a casas de otras personas en la ciudad- seguramente no está preparada para ser madre, y seguramente su hijo/a estará mejor en otra familia que lo/la quiera.

6. Los operadores oficiales del sector se llenan la boca diciendo que están promocionando las adopciones locales (entendidas como adopciones solicitadas por familias etíopes). Vale. El problema es que la adopción, entendida como incorporar a tu familia un niño/a al querrás igual que a tus hijos biológicos y que será, a todos los niveles, tu hijo/a, no existe en la cultura etíope. Y nadie está haciendo nada para incorporar esa idea a la mentalidad general. Básicamente, lo que subyace, es que no quieren dar niños etíopes a familias frenjis. Porque no. No les interesa garantizar a cada niño una familia en la que crecer sino, simplemente, frenar las adopciones de niños etíopes en familias frenjis. Hay quien disimula y hay quien te lo suelta directamente a la cara. Normalmente, los que no se esconden son las personas a cargo de los distintos pasos del servicio. No consigo entender como las adopciones pueden depender de personas que no creen en la adopción. Es como si pusieras de patriarca ortodoxo a un musulmán.

7. Ni una sola de las personas que he encontrado en estas semanas y que trabajan en los distintos pasos del proceso de adopción parecen tener ni la más mínima idea de lo que supone adoptar para una familia. Para ellos es un proceso burocrático y tú eres, simplemente, una persona con prisa. Da igual que les repitas una y otra vez que el problema no es esperar, el problema es entender qué estás esperando. Para ellos tú eres un colonizador que ha venido a robar un niño. No entienden que las informaciones contradictorias te confunden. No entienden que, en lo más importante que harás en tu vida, consideras vital recopilar toda la información que puedas. No entienden que la incertidumbre te hace sufrir. No entienden que haces listas inútiles con lo que has conseguido averiguar, y que rezas para que, entre todos, no te coloquen en una posición en la que tengas que decidir entre ser madre o dormir tranquila el resto de días de tu vida.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Abr 22

MURPHY EN ADDIS

Comentaba hace días con un expat que a veces Addis es la ciudad de la Ley de Murphy. Todo lo que puede ir mal, irá mal. Es un tema que, hablado entre extranjeros quejicas, da bastante juego. Todos tenemos anecdotillas que confirman que si dejas el más mínimo resquicio al azar en tus planes, éstos se irán al garete.

 

En esta línea, cuando hace tres semanas me cortaron el teléfono sin razón aparente, no me sorprendió. Fui a la oficina de telecomunicaciones, donde rápidamente dedujeron que era porque yo no había pagado. No era verdad. Esto lo hacen mucho, culpar al cliente. En otros sitios, el cliente tiene la razón. Aquí, tiene la culpa.

 

Luego me dijeron que mi línea aparecía como activa en el sistema, por lo que yo tenía que tener línea. Pero yo no tengo línea. Me dijeron que me fuera a casa a comprobar si tenía línea, cosa que hice porque llevaba prisa y no me apetecía entrar en el bucle.

 

Volví dos semanas más tarde, ya bastante mosqueada, y con más tiempo para derrochar. Tras comprobar, de nuevo, que había pagado el mes y que mi línea aparecía activa, me dijeron que llamara al servicio de atención al cliente. Tócate los cojones. Hace tres meses que no tengo cobertura de móvil, hace tres semanas que tampoco tengo línea fija y tengo que llamar por teléfono a atención al cliente, cuando ya estoy en una oficina de atención al cliente. Así se lo expliqué al señor que me atendía, que me miraba con cara de “te has equivocado, esto es una carnicería y no arreglamos teléfonos”. Ante su pasividad, le pedí que me indicara quién era la persona responsable de la oficina.

 

Me llevó ante un chaval con los pantalones a medio culo. Estuve a punto de aclararle que yo no quería grabar una canción featuring Pitbull, sino que me repararan el teléfono, pero me contuve porque sé que a veces juzgo demasiado. El chaval con los pantalones a medio culo y los andares del novio maltratador de Rihanna, me dijo que él no podía hacer nada por mi línea de teléfono. Siempre es así: el primer impulso es intentar no hacer nada. No me dí por vencida y le dije que, si él era el jefe de la oficina, digo yo que tendría que al menos intentar encontrar alguna explicación para mi ausencia de línea. Me dijo que él se encargaba de los clientes nuevos (probablemente porque todavía no tienen problemas de línea) y me mandó al señor del servicio técnico.

 

El señor del servicio técnico estaba tranquilamente consultando un periódico en Internet. Tuvo a bien registrar la incidencia y me dijo que volviera dentro de una semana si la incidencia persistía, y que entonces llamaríamos a un tal Gedeon. Respondí que, en mi humilde entender, si una cosa se rompe y no la arreglas, probablemente seguirá rota dentro de una semana. Soy maja, pero no santa. No creo que se arregle milagrosamente. Él me dijo que Gedeon tenía mucho trabajo porque había muchos clientes con problemas como el mío (¿y esto no te hace preguntarte algunas cosas?). Repliqué que a lo mejor Gedeon también estaba sin nada que hacer en su oficina leyéndose el Addis Fortune en Internet. Al final, llamamos a Gedeon, que nos informó que mi corte de línea se debe a una reparación de no sé qué tipo, que es consciente de que no tengo línea, y que llegará un día en el que me volverá a dar línea. No sabe cuándo. El señor del servicio técnico tuvo el detalle de recomendarme que no me olvidara de pagar las cuotas mensualmente, a pesar de no tener teléfono. Y te lo dicen así, en toda la cara, que tienes que pagar por un servicio que no te están dando.

 

Y encima se está generalizando Danza Kuduro. Oh Dios por qué nos has abandonado.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Mar 14

UN MES

Mi hijo ya ha nacido. No sé si es niño o niña. No sé si alguna vez, por casualidad, me lo he encontrado. Vivimos en la misma ciudad. A los dos nos gusta la injera. Supongo. Seguramente, de vez en cuando los dos estamos oyendo el mismo serial en la radio, ese que suena de fondo en los sitios donde nos movemos. Supongo.

Mi hijo ya ha nacido. Hay gente que lo conoce y que no sabe que es mi hijo. A lo mejor porque todavía no lo es. A lo mejor porque ni yo ni él sabemos que pasaremos juntos el resto de nuestras vidas. Hay gente que sabe ya su nombre. No soy una de esas personas. Hay gente que está a su lado, que conoce el sonido de su voz, el color de sus ojos, la manera en que mueve las manos. No soy una de esas personas. Todavía no.

Mi hijo ya ha nacido. Le hablo, le pienso, le imagino. Está ya conmigo, aunque todavía no soy madre.

Mi hijo ya ha nacido. Sólo que Yo no sé que es Él. Y Él no sabe que soy Yo.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Mar 09

VOLVER

Como han sido los Oscars, el Pisuerga pasa por Valladolid y de alguna manera tenía que volver, hoy hago post de cine. Después de ver a Jennifer Lawrence y Anne Hathaway ganando (bueno, no las ví, pero lo he leído), creo que ya no me queda nada por ver. A este paso, el Oscar honorífico de la 105 edición se lo darán a Shannen Doherty. Y eso que yo soy fan de Los Juegos del Hambre. Intenté implantar esa nueva religión entre mi Santa Infancia hace algunas semanas. A pesar de que me curré una traducción que me dejó exhausta, en la que les enumeré incluso las ocupaciones de los trece distritos de Panem, no lo pillaron del todo y no les moló. Yo pensaba que la fórmula “adolescentes luchando a muerte” era infalible en cualquier cultura y planeta, pero se ve que no.

Para recuperar esa fiebre idiota, la semana pasada comenzamos a ver Crepúsculo. Crepúsculo es esa película donde todo el mundo susurra y tienen cara de “otra vez se han atascado las cañerías en el set de rodaje, pero ni muerta me acerco a los baños”. Vamos, que se les nota que están oliendo algo podrido, pero que no piensan ir a ver de dónde viene la peste. Y tampoco piensan ir al baño porque perderían esa expresión de estreñimiento fashion que lucen durante toda la película.

A mi Santa Infancia le fascina Crepúsculo. Como no han aprendido a decir Twilight, y yo todavía no he tenido tiempo de mirar el diccionario para ver cómo se dice en amárico (de momento lo he traducido como “la luz del final del día”), pues lo llaman “La peli de Edward”. De Bella pasan tres pueblos. Lógico.

Lo mejor del caso es que el mes pasado vimos Blancanieves. No la de Maribel Verdú (todavía no la he visto), ni la de Julia Roberts en un viaje malo de LSD, sino la de la mismísima Kirsten Stewart. Lo más destacable es que tampoco en esta película consigue decidirse la chiquilla. Se queda a medio camino entre el cazador inexpresivo y el jovenzuelo con aspiraciones. Considerando que pilló cacho en el set de rodaje y luego se arrepintió un montón de haber pillado cacho, yo creo que esta chica se está encasillando un mucho en situaciones de “quien mucho abarca, poco aprieta”. También se está encasillando en películas donde sólo se susurra. Al margen de su permanente desazón amorosa, a Bella la definirían en mi ciudad como mancieta, en el resto del mundo como “pavisosa”, y ella la definiría como “oligolérdica” (sí, yo también la leo).

Para lo único que me sirvió la película fue para decidirme por estilismo. Hoy tengo cita en mi particular “Sex and the city” (Feker na Ketema en amárico), y hemos decidido ir a una peluquera que ha trabajado en Canadá. Se ve que trabajar en Canadá te da un estatus en el mundo de los salones de belleza de Addis. Lo único que sé es que los frenjis la llaman Rachel y sus colegas de trabajo Rahel. Les cuento mañana.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Abr 25

TRACK LIST

Servidora tiene un vicio: canturrear. Servidora canturrea como las perturbadas. Aquí les ofrezco una cuidada selección de las canciones que suenan en ese after que es en ocasiones mi cabeza:

“Go on, go on, come on, leave me breathless..” (The Coors)

Las madres de mi Santa Infancia cada vez están mejor informadas. Estuve visitando a la madre de G. y T., con el objetivo de certificar in situ que su casa es una ruina, y que hay tiendas de campaña en el Decathlon muchísimo más dignas que el lugar en el que viven. En la conversación salió, así, por casualidad, el hecho de que el padre de las criaturas todavía aparece de vez en cuando:
_ ¿Y usted no ha pensado en tomar alguna medida de anticonceptión, visto que no quiere tener más hijos?- le pregunté inocentemente, mientras pensaba que, con cinco niños, la vida de esta señora es ya un Calvario.
_ Huy, no –risas mil. Lol.- si mi marido es ciego y no puede hacer nada.
¿Por qué breathless? Porque cuando oigo estas cosas, a veces me falta el aire.

“…when the sun shines we’ll shine together…” (Rihanna)
De momento, no es el caso. Las pequeñas lluvias se han retrasado, y amenazan con empalmar con el krampt. Me da que hasta Septiembre, de brillar, nada. De momento, la Santa Infancia se entretiene recreando saloncitos de barro, con su sofá, su televisor y su jarrón de flores sobre la mesilla.

“… we never said goddbye with words. I died a hundred times…” (Amy Winehouse)
La Señora Deprimía perdió su batalla contra la depresión, el humo de Koshe y la vida, y se murió, pasando a engrosar el grupo Señoras Que Se Mueren Cuando No Debieran. Es que me encantaría hacer un grupo en Face con ese nombre. Y otro llamado Gente Que Se Preocupa por los Demás Cuando Ya No Hace Falta. Algo falla en una cultura cuando uno se preocupa infinitamente más por los muertos que por los vivos. Después de dos años de tirar del carro completamente sola, me siento vacía y aliviada, con un alivio de esos feos que sólo se te pasan poniéndote hasta las cejas de The Big Bang Theory.

Murió cien veces, y cien veces la resucité. La semana pasada gané una camilla cubierta con un netelá, y dos chavales descalzos en pantaloneta, que gritaban a la noche en el patio desnudo de un hospital, llamándola por primera vez “mamá”, cuando ya no podía oírlos.



“… parece que adivinaran que el día que se avecina viene con hambre atrasada…” (Luis Eduardo Aute)

Problemas mil con permisos de trabajo para extranjeros. El gobierno quiere la pasta, pero no la gente que trae la pasta. Consigo renovar el mío tras varios días de limbo legal en los que me muevo con el carnet de conducir y ya. Rumores de expulsiones, de no renovaciones, de procedimientos nuevos… Hay quien piensa que el objetivo es limpiar el país de cara a las próximas elecciones, que serán en tres años. Justo ahora que en España arrecia la crisis. Me veo que estoy a punto de pasar del equipo que da al equipo que pide. Y no me gusta un pelo.

“… the one that got away” (Katy Perry)
Ésa sería yo, que nunca estoy donde tengo que estar, que es en mi casa de España. Pero ya me he sacado el billete para mis vacaciones. Comienza la cuenta atrás.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Oct 04

LAS QUE TIENEN QUE SERVIR

Tras un verano lleno de sorpresas tecnológicas –estoy sinceramente convencida de que los Iphone tienen una aplicación para criar niños del Tercer Mundo que podría hacer mi trabajo mucho mejor que yo y con menos gritos-, aquí que me tienen ustedes again.

A pesar de la gigantesca atención mediática dedicada por el mundo mundial a la emergencia somalí, aquí a lo que viene siendo el mainstream local, pues es una cosa que no le inquieta mucho. O por lo menos no la nombran demasiado. Como además en Addis Abeba llueve que es un gozo, la lógica conclusión es que si llueve en Addis, llueve en el mundo entero.

Lo que ahora copa la atención de las noticias es la revolución libia. Como siempre, a los etíopes lo que es la realidad del mundo se la suda bastante, pero cuando la cosa les afecta aunque sea de refilón, allí que vuelcan toda su atención y sentimientos.

Estos días, la gente no hace más que hablar de Shewaye . ¿Que quién es Shewaye? Pues Shewaye Mollah es una señora etíope que se fue a trabajar a Libia, a través de una de las numerosas agencias que contratan chicas etíopes para servir en casas en países árabes, y que acabó de sirvienta en casa de la mujer de uno de los hijos de Gadafi.

Resultó que en la nevera de esa casa faltaron galletas (¿quién coño mete galletas en la nevera? La señora del hijo de Gaddafi, por lo que se ve, que era modelo libanesa), y la señora acusó a Shewaye. Y no sólo la acusó, sino que para castigarla le echó encima una olla de agua hirviendo, desoyando vida a Shewaye. La chica se encuentra actualmente en un hospital de Trípoli, bastante desfigurada. Al parecer, David Cameron le ha ofrecido asilo en el Reino Unido. El gobierno etíope, por el momento no ha realizado ningún tentativo de repatriarla, con lo cual Shewaye sigue en Trípoli, concediendo entrevistas con bastante frecuencia.

La historia está en todos los medios de comunicación del país y ha servido, por lo menos, para que se empiece a reflexionar sobre las condiciones de vida de los miles de chicas etíopes que trabajan en países árabes como personal de servicio doméstico. Igual que en España en los noventa se “llevaban” las filipinas como señoras de la limpieza para familias bien, pues se ve que en el Oriente Medio (Líbano, Libia, Emiratos, Dubai…) se llevan las etíopes.

De nuestra Santa Infancia, ya hay dos que viven en Beirut. De la última que se fue todavía no sabemos nada, pero la chica que ya lleva unos años dice que la tratan medio bien. Hasta le dejan salir de la casa. Un señor libanés con el que me crucé en una fiesta, me dijo que la verdad es que la gente allí trata bastante mal a las etíopes, porque tienen fama de vagas y ladronas. Así me lo dijo el señor. Y que las encierran en las casas porque también tienen fama de levantar el vuelo cuando menos te lo esperas y dejarte con las chilabas sin planchar.

El hecho, por otro lado, es que a pesar de los racismos y prejuicios reinantes, la gran mayoría de etíopes (no todos, eso sí), darían medio brazo por vivir en un país extranjero. En el que fuera y haciendo lo que fuera. Para muestra, un botón de muestra: para la Jornada Mundial de la Juventud, la Diócesis de Addis Abeba mandó un grupo de 31 personas como representación. Su tour incluía una parada en Ginebra, una semana en Oviedo y la traca final en Madrid. Entre los participantes había abogados, trabajadores sociales y otros profesionales bien situados. La organización se quedó con los pasaportes en cuanto pisaron suelo europeo, precisamente para prevenir la tentación de quedarse rezando más de la cuenta en el Viejo Continente. A pesar de todas las precauciones, sólo volvieron quince. Entre las que volvió figura una amiga y compañera mía de trabajo, que quedó encantada con la acogida que le brindó la familia española con la que estuvo en Oviedo (¡gracias, Asturias!), y que me comentó que fueron perdiendo gente durante todo el trayecto. Gente que tenía un sueldo y un trabajo más que dignos, y que estarán ya malviviendo en España. Y espera, que todavía no ha empezado el invierno, porque se van a cagar.

Volviendo a Shewaye, por fin los etíopes han comprendido las bases de la revolución libia: si tratan así a la gente, como para no rebelarse. Y a lo mejor tienen razón.

P.D: De la emergencia somalí, todavía me estoy formando una opinión. Cuando haya empezado a entender algo, se lo comunicaré a todos ustedes.

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
Older Posts »

tariKe.org

  • Acerca de Tarike
    • tariKe.org
  • Etiquetas
    Addis Abeba Adopción Amárico Brother House Cine Comercio Cuarentena Drogas Emigración España Esperanza Etiopia Filas Gueter Idioma Iglesia Internet Juguetes Kaktus Koshe Manuales Música Nena niños confinamiento Nombres Etíopes Opinión Películas Racismo Radio Regalos Religión Salud Santa Infancia Sociedad Suministros Tarike Teatro Tiempo libre Tráfico Viaje Voluntariado Zway
  • Categorías
  • Sitios que visitaría sin dudar
    • Chino Chano

      Cerrar vista previa

      Loading...
    • Con Viento Fresco

      Cerrar vista previa

      Loading...
    • Diario del Altoaragón
    • Elia
    • Hombre Revenido

      Cerrar vista previa

      Loading...
    • Mama Etiopia

      Cerrar vista previa

      Loading...
    • Road to Ethiopia

      Cerrar vista previa

      Loading...
  • Entradas anteriores
    • abril 2020 (2)
    • noviembre 2017 (1)
    • octubre 2017 (2)
    • septiembre 2017 (4)
    • abril 2017 (4)
    • marzo 2017 (5)
    • diciembre 2016 (10)
    • mayo 2016 (1)
    • abril 2016 (4)
    • agosto 2015 (3)
    • julio 2015 (2)
    • febrero 2015 (2)
    • enero 2015 (2)
    • diciembre 2014 (1)
    • noviembre 2014 (3)
    • octubre 2014 (3)
    • julio 2014 (2)
    • junio 2014 (3)
    • mayo 2014 (2)
    • abril 2014 (2)
    • marzo 2014 (8)
    • diciembre 2013 (3)
    • noviembre 2013 (4)
    • octubre 2013 (6)
    • junio 2013 (3)
    • mayo 2013 (4)
    • abril 2013 (5)
    • marzo 2013 (7)
    • diciembre 2012 (2)
    • noviembre 2012 (3)
    • octubre 2012 (2)
    • julio 2012 (4)
    • junio 2012 (3)
    • mayo 2012 (1)
    • abril 2012 (2)
    • febrero 2012 (4)
    • diciembre 2011 (2)
    • noviembre 2011 (4)
    • octubre 2011 (4)
    • julio 2011 (1)
    • junio 2011 (2)
    • mayo 2011 (5)
    • abril 2011 (2)
    • marzo 2011 (2)
    • febrero 2011 (2)
    • enero 2011 (3)
    • diciembre 2010 (1)
    • noviembre 2010 (4)
    • octubre 2010 (5)
    • agosto 2010 (1)
    • julio 2010 (2)
    • junio 2010 (4)
    • mayo 2010 (5)
    • abril 2010 (2)
    • marzo 2010 (4)
    • febrero 2010 (6)
    • enero 2010 (7)
    • diciembre 2009 (5)
    • noviembre 2009 (5)
    • octubre 2009 (7)
    • septiembre 2009 (2)
    • agosto 2009 (2)
    • julio 2009 (4)
    • junio 2009 (9)
    • mayo 2009 (10)
    • abril 2009 (10)
    • marzo 2009 (3)
  • enero 2021
    L M X J V S D
     123
    45678910
    11121314151617
    18192021222324
    25262728293031
    « Abr    
  • Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
    Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Archives
    • abril 2020
    • noviembre 2017
    • octubre 2017
    • septiembre 2017
    • abril 2017
    • marzo 2017
    • diciembre 2016
    • mayo 2016
    • abril 2016
    • agosto 2015
    • julio 2015
    • febrero 2015
    • enero 2015
    • diciembre 2014
    • noviembre 2014
    • octubre 2014
    • julio 2014
    • junio 2014
    • mayo 2014
    • abril 2014
    • marzo 2014
    • diciembre 2013
    • noviembre 2013
    • octubre 2013
    • junio 2013
    • mayo 2013
    • abril 2013
    • marzo 2013
    • diciembre 2012
    • noviembre 2012
    • octubre 2012
    • julio 2012
    • junio 2012
    • mayo 2012
    • abril 2012
    • febrero 2012
    • diciembre 2011
    • noviembre 2011
    • octubre 2011
    • julio 2011
    • junio 2011
    • mayo 2011
    • abril 2011
    • marzo 2011
    • febrero 2011
    • enero 2011
    • diciembre 2010
    • noviembre 2010
    • octubre 2010
    • agosto 2010
    • julio 2010
    • junio 2010
    • mayo 2010
    • abril 2010
    • marzo 2010
    • febrero 2010
    • enero 2010
    • diciembre 2009
    • noviembre 2009
    • octubre 2009
    • septiembre 2009
    • agosto 2009
    • julio 2009
    • junio 2009
    • mayo 2009
    • abril 2009
    • marzo 2009
  • Search






  • Home
  • tariKe.org

Este blog este bajo una licencia de Creative Commons. Creative Commons License Designed by FTL Wordpress Themes brought to you by Smashing Magazine

Back to Top