De vez en cuando, llamo a W. , a Z. que tiene una mano toda arrugadita, a S. que es regordeta, chiquitaja y muy graciosa, y a mi gran amigo A., al que se le caen perpetuamente los mocos, nos cogemos del brazo los cinco (y los que se quieran unir), y nos recorremos todo el porche levantando garra alternativamente, mientras yo canto aquello de: “somos chicas pistoleras rubias y morenas de la gran ciudad., lalalalalalala. Vestimos medias amarillas, zapatos con hebilla y hablamos en inglés, yes, yes”. Cuando nos cansamos de ser chicas pistoleras, siguiendo con el mismo baile, cambio de canción y les canto New York, New York.
Ay, si no fuera por estos raticos.
Kaktus, contente, que tanta juerga no puede ser sana… Aunque seguro que eres su «ídola».
Besos para tí y tus coristas. Mª José
Dí que sí, niña, y si un día estás más aburrida acuerdate del concierto de Lori Meyers y ya verás que pronto te arrancas a cantar sevillanas, cante «j»ondo, o el repertorio de Abba. Todo sea por animarse.
Besicos gordos.
El cabaret es el nuevo aeróbic.
Qué gran imagen y qué gran canción.
Te animo a enseñarles » la chica yeye «, » el corazon contento » o algo del DUO Dinamico y ya los terminas de arreglar con algún baile sesentero tipo twist.
La verdad es que vuelvo a repetirte que se lo tienen que pasar bomba contigo.
Un besazo a las chicas pistoleras.
FAMILIA COLORIN